Un error de cálculo
Mi vecina Adelina, que fue como mi abuela, siempre repetía la misma frase: "El hombre propone y Dios dispone, Luquitas". La vieja hacía el estofado, lo probaba y me decía: "El hombre propone, y Dios dispone". Y así sucesivamente aunque el contexto no fuera acorde a la escucha …