¿Qué significa León Gieco? Bueno, primero que nada, es necesario aclarar que Raúl Antonio Gieco, nacido un 20 de noviembre de 1951 en Cañada Rosquín, no era el mismo que conocemos todos hasta que una noche, en un recital, quemó un equipo de sonido. En ese instante, un amigo lo miró y le dijo: "Sos un animal. Sos una bestia. Quemaste el equipo. Sos León Gieco, el rey de las bestias". Y desde ese momento, esa bestia santafesina, no paró jamás.
Esa bestia que supo arrancar con una banda de folclore llamada "Los nocheros" (De ahí que el posterior grupo folclórico lo invitó a cantar una canción de uno de sus discos) tenía un solo objetivo bien claro: Llegar a Buenos Aires, donde se estaba dando la movida del rock nacional. León saludó a sus padres, quienes lo empujaron a la ciudad (Como cita en su canción "Aquí, allá, hoy o mañana) y enfiló para la selva de cemento.
Al pisar la ciudad, nada sería igual para su vida, la de los argentinos y la de todos los habitantes de Latinoamérica. Allí, en una disquería descubrió Blowing in the wind de Bob Dylan, y como él mismo dice, le robó la melodía para escribir una canción de protesta frente al Mendozazo y la llamó "Hombres de hierro". Por primera vez, León nos enseñaba algo en sus letras: "Dile a esos hombres, que traten de usar, a cambio de las armas, sus cabezas".
Aquella frase fue un prólogo de una vida musical cantando para los exiliados, para los marginados, por la justicia social, contra las dictaduras y los corruptos gobiernos democráticos. León se iba transformando lentamente en una bestia, creciendo paso a paso con dos amigos que formaban Sui Géneris; Charly y Nito, quienes aparecieron casi pegados en el BA ROCK, primer recital de rock nacional organizado en Buenos Aires en el año 1971, aunque la primera edición había sido en 1970.
Allí, un León diferente, con pelo largo, muñequeras hippies y un estilo folck, entonó su primera canción. Aquella que justamente le había robado a Bob Dylan. Dejó de laburar cuando en un taxi, y por la radio escuchó que su tema estaba sonando. Mostró su primera sonrisa y no paró de crear cosas hermosas.
Durante los años que siguieron, la bestial figura de Gieco no paró de crecer. Con los años nos enseñó, en "María del campo", que hay que romper con los estereotipos y que no hace falta tener las manos blandas para ser mujer. Nos contó que cuando llega navidad, hay cientos de chicos que se llaman Luis y que no les alcanza un pedazo de pan dulce para dejar de ser pobres.
León Gieco significa el desesperado pedido a Dios para que la guerra nunca nos sea indiferente. Pedido que le valió el exilio en plena dictadura militar, porque según ellos "No podía cantar una canción de paz en tiempos de guerra". Sin embargo, con los años, los propios homicidas usaron políticamente esa canción, que había sido creada en el conflicto con Chile, para la nefasta guerra de Malvinas.
León Gieco es el refugio del marginado y de los mal llamados ilegales, a quienes les enseñó que ilegales no son ellos, sino los que dejaron ir a Pinochet. Y que si les piden que vuelvan donde nacieron, ellos les tienen que pedir que las empresas se vayan de su país, como entona en "De igual a igual". Raúl Antonio es una persona que le cambió el sentido al mal uso de la palabra "Discapacidad" y creó un lugar hermoso al que llamó "Mundo Alas".
León Gieco significa el corazón de Violeta Parra que se le va para Santiago, y que canta emocionada en la frontera. León Gieco resignificó las voces olvidadas de la Argentina desde Ushuaia a la Quiaca. León resumió todas las miserias del mundo cuando escribió "La memoria", y de paso nos enseñó que la memoria despierta para herir a los pueblos dormidos, que no la dejan vivir, libre como el viento. Léon Gieco no dudó en decir que "Seguimos siendo colonia de la gallina de arriba, federalismo mentira desde que tengo memoria, allá se inventa la historia, aquí se escribe con sangre, más vienen de tarde en tarde y en vísperas de elecciones, a prometer soluciones que ya no engrupen a nadie".
Podría estar repasando los distintos significados de León Gieco en cien párrafos más, podría decir que León Gieco es la justicia de Pocho Lepratti, es Atahualpa Yupanqui, es la vuelta al país de Mercedes Sosa, es el canto de protesta por la paz y la justicia social del mundo, es el desembarco de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, es la dignidad de creer siempre en la vida, con solo ver una flor brotando entre las ruinas.
Con voz como John Scott, ronco, ronco. Formó todos los coros, tocó doblo con Mollo, bombo con moro, Tom tom con Pomo, joropo con Tormo, bongó con Don Johnson . Tocó con Toto, los Lobos, Los Door, Los Moscos. Compró dos Vox, tocó "Socorro" con Paul. Nos contó con honor: ¡Tocó con Bob! sopló corno, trombón. Tocó son sonoro con los Cocos, rock, pop, folck pogo. Nos contó como oyó todos los: oh, oh, oh, oh,...!. Tocó con todos, por poco no toco con Colón ¿Cómo un tipo, con solo una guitarra, una armónica y su voz, se puede plantar en un escenario y decirle tantas verdades al mundo?.
Yo lo conocí caminando por la calle Lavalle. Y solamente me salió darle la mano y las gracias. Es demasiado difícil encontrar un solo significado para una bestia así, como diría Pablo Milanés, "Gigante entre los grandes". Pero si alguna vez me preguntan: ¿Quién es León Gieco? Me conformaré con responder que es un río que nunca regaló el color, como dice en Canción para Carito. Que León Gieco es baguala, es zamba, es chacarera, es chamamé, es tango, es blues, es rock and roll, es la música, la voz y la memoria de Latinoamérica, en una sola persona, con una guitarra acústica y una armónica. que nunca jamás, por los tiempos de los tiempos, hará silencio.
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