“Nadie va a una guerra y vuelve de la misma forma”

 




Pasaron 42 años de aquel 2 de abril de 1982, año en el que tuvo lugar el conflicto bélico entre Argentina y el Reino Unido. En conmemoración de aquel sueceso, por los veteranos y caídos en el territorio argentino, Noticiario Sur dialogó con Fabio Santana, combatiente en las islas, quien actualmente es cantante destaca la tarea de malvinizar todos los días de la vida por algo que hay que tener muy en claro; que las Malvinas son argentinas, y luchar por la soberanía nacional es un deber y una obligación para todos aquellos que pisamos y amamos este suelo-





En ese contexto, Fabio contó sus diferentes sensaciones del 2 de abril de este año, convulsionado políticamente: “Este año fue diferente, los veteranos nos sentimos mal cuando escuchamos a mucha gente que reivindica a personas que tuvieron incidencia en la guerra desde el lado de la OTAN, cuando todos sabemos lo que pasó, fueron muchos años de malvinizar y no está bueno que esas cosas sucedan”.




Analizar lo sucedido en Malvinas es imposible sino se ponen los hechos en un contexto histórico y social. Resulta obligatorio recordar que la recuperación de las islas se dió aquel 2 de abril de 1928 mediante la “Operación Rosario”, una misión anfibia, decidida por la junta militar que gobernaba el país desde 1976, presidida por Leopoldo Galtieri. Con el correr de los días, el sentimiento triunfalista y nacionalista se fue insertando en el pueblo argentino, que,un 10 de abril, concurrió a la Plaza de Mayo a escuchar el discurso del mencionado Galtieri desde Casa Rosada, día en el cual pronunció la célebre frase “si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla”. Sobre esto, nuestro entrevistado reflexionó: “Analizándolo en el contexto de esa época, no había una real conciencia de lo que iba a suceder. Mucha gente había concurrido una semana atrás a la Plaza de Mayo. Nosotros éramos adolescentes que teníamos un sentimiento de ir a defender la patria.




Otro de los temas entre los cuales dialogamos, fue la fe como soporte de ayuda en un momento tan difícil. “Soy creyente y eso me ayudó mucho en muchos momentos de la guerra. Obviamente que es difícil entender que en la guerra te encontrás con la situación de defenderse para que no te maten, siendo una persona de paz”, explicó Fabio.




En la postguerra, hasta la actualidad, la cifra de veteranos argentinos que se quitaron la vida, supera el número de 350 personas. La total falta de respuesta del estado en aquellos que volvían al territorio luego de haber pasado por una situación trágica, es algo que se comenzó a hablar no hace mucho tiempo. En relación a este tema, y conectándolo con su música, Santana dijo: “Tenía una incipiente carrera de cantante porque cantaba en algún pub, me tocó la colimba a los 18 años y luego Malvinas, y después no canté más por 15 años. Al principio no pensé en malvinizar, volví a cantar en el 97, donde participé en el certámen Hugo del Carril en la Matanza, gané y me di cuenta que la música me alegraba. Hoy, a tiempo y distancia, no sé si dejé de cantar por la guerra, sino porque al principio no estaba bueno hablar de Malvinas en ese momento y me callé la boca, luego la música me ayudó. Los primeros años no hubo contención del Estado, no estaba bueno contar cosas que me habían pasado. Mi hija el otro día, me dijo que nunca había ido a su escuela a decir que era veterano de guerra, ni en la primaria ni en la secundaria.

La música siempre es sanadora, yo creo que pasaban un montón de cosas, pero comencé a contar mi historia cuando mi corazón lo dispuso, no fue por cantar sino por la necesidad de contar lo que me había pasado, entendí que la gente podía entender la necesidad de seguir luchando por nuestra soberanía.




En el año 2012, el ex combatiente de Malvinas volvió a las islas. Sobre su experiencia, aseveró: “En el 2012, cuando volví, había un montón de cosas, no sé si por no asumir el tema, enfrentarlo, fui con mucha desinformación. No encontraba mi posición porque fue todo muy rápido. Había ido a cantar al regimiento de Patricios y me invitaron, al mes nos fuimos a Malvinas y empecé a transitar el hecho de que iba a volver al lugar donde estuve más cerca de la muerte. Me empecé a informar más de lo que había pasado”.




“El verde siempre estuvo en mi vida, desde muy chico que voy a la cancha. A los 8 o 9 años íbamos solos a la cancha, nos colábamos. Siempre estuvo la pasión por el fútbol. En el año 81 ascendimos, y en el 82 en primera yo pensaba que podría estar viendo a Chicago en primero y estoy acá en la guerra. Obviamente llevé la camiseta de Chicago a Malvinas”, agregó Fabio en relación a su pasión por el Torito de Mataderos.




Además, hubo lugar para dialogar acerca de las cosas materiales que le quedaron de la guerra: “Cuando volví, fue con lo que pude, más allá de lo que teníamos puesto. Cuando llegué regalé todo, me quería sacar la guerra de encima, no me quedé con nada pero obviamente con todos los recuerdos. Nadie va a una guerra y vuelve de la misma manera. Siempre hago hincapié en mi familia contenedora, amorosa que respetó mis silencios. No tenía ganas de contar nada por muchos años. Las cosas en la memoria siempre están pero como siempre traté de ver el vaso medio lleno, Malvinas me hizo mejor persona. Cualquiera que está al lado tuyo te puede salvar la vida, hay que ser agradecido. Mirándolo de ese lado, la guerra no fue tan mala y a veces la paz no es tan buena”




Para finalizar, Fabio Santana expresó su deseo sobre las Malvinas argentinas y la conciencia social en los años que se vienen: “Mi deseo es que las nuevas generaciones estén informadas, que estudien mucho para discernir lo bueno y lo malo para estar capacitados para sentarse en una mesa con la OTAN, que es gente despiadada en cuestiones como la soberanía, saben que Malvinas es un lugar muy estratégico, ellos estarán siempre tratando de utilizar lo que es de Argentina, así que creo que hay que todos los días intentar malvinizar para que la gente sienta la necesidad de luchar por nuestra soberanía”.

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